Los Juegos Surrealistas - Cadáver Exquisito
Alrededor de una mesa se sientan cinco personas. Cada una de ellas anota, sobre una hoja de papel y a escondidas de los demás, un sustantivo que servirá de sujeto para una frase. Este papel lo pasa, doblado para no dejar ver lo escrito a su vecino de izquierda. Al mismo tiempo recibe de la persona situada a su derecha otro papel preparado en idéntica forma. Cada papel cumplirá, al final del juego, una vuelta completa. Cada uno debe aplicar al sustantivo que ignora un adjetivo o cuerpo de frase que lo califique o determine. Luego hace circular este otro papel y toma otro de la misma manera anterior. En esta forma se van anotando verbo, a continuación el sustantivo que servirá de complemento directo, y por último el adjetivo o cuerpo de frase que determinará o calificará al sustantivo. No queda más que desdoblar el papel y dar lectura al resultado, luego de haber concordado gramaticalmente los cuerpos de la frase.
El ejemplo que se ha dado y que sirvió para dar nombre a este juego, es el que se obtuvo en la primera frase, conseguida mediante el sistema que se explica:
"El cadáver exquisito beberá el vino nuevo."
Georges Hugnet.
Petite Anthologie poétique du Surreálisme (1934)
J. Bucher, editeur.
Petite Anthologie poétique du Surreálisme (1934)
J. Bucher, editeur.
Cadáver exquisito, 1938. Collage
Ejemplos de cadáveres exquisitos
La ostra de Senegal comerá el pan tricolor.
El ciempiés enamorado y frágil rivaliza en maldad con el lánguido conejo.
El cloro en pera hace hablar a los mayordomos atroces.
Las mujeres heridas abollan la guillotina de cabellos rubios.
La paloma de las ramas contamina la piedra lamartiniana.
La niñita anémica hace enrojecer los maniquíes barnizados.
La révolution Surréaliste, nº 9-10.
El embarazo en papel secante hila en una rueca roja cerca del apóstata lustrado como un ataúd.
El dormitorio de la niñitas endebles rectifica el odioso internado.
La calle Mouffetard estremecida de amor, divierte la quimera que enciende el fuego sobre nosotros.
El sexo sin fin se acuesta con la lengua ortodoxa.
Le Surréalisme au Service de la Révoltion, nº 4.
Cadáver exquisito, 1938. Collage
Varios de nosotros nos hemos reunido, a menudo y con gusto, para juntar palabras o para dibujar por fragmentos un personaje. Cuántas noches pasadas en crear con amor todo un mundo de cadáveres exquisitos. Pujábamos para ver quién encontraba mayor encanto, más unidad, más audacia, en esta poesía conseguida colectivamente. Olvidados de las preocupaciones, de la pobreza, del aburrimiento, de lo cotidiano. Gozábamos con las imágenes y no había perdedores.
Cada uno quería que su vecino ganase, más y más, para entregarlo al que tenía a su lado. La maravilla se encontraba saciada. Su rostro desfigurado por la pasión se nos aparecía infinitamente más hermoso de todo lo que pudo presentársenos en nuestra soledad, pues, entonces, no sabíamos responderle.
Texto extraído del libro "Historia del Surrealismo" de Maurice Nadeau
Santiago Rueda - Editor
Buenos Aires - 1948
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